Después de un año sin revisitar el blog, parece que ya es momento (mejor tarde que nunca) de ponernos al día: El título de la entrada hace referencia a un post en el que contábamos que la luz verde para la producción de la serie MemE, estaba pendiente de la respuesta de una institución publica. Pues bien, no es que nos dijeran que no (ni que sí), es solo que con el tiempo hemos ganado cierta confianza y muchos de los pasados inconvenientes se han convertido en futuras oportunidades. Es reconfortante decir que, después de un año, seguimos contando con colaboradores absolutamente entregados y más apoyo del que podíamos esperar (gracias). Incluso la tecnología está de nuestra parte ya que, una de las cosas más incómodas para una producción o una nueva productora, disponer de una cámara medio decente, se solucionó, hace unos años, gracias a la genialísima idea de incluir opciones de vídeo en las cámaras reflex digitales (desde aquí trasmito mi amor al tipo de Nikon que un día tuvo esta incomparable idea)
Así que, después de un breve lapsus, hemos tomado las riendas: Además de la cámara, hemos alquilado una nave en la que estamos construyendo los escenarios, tenemos al equipo técnico por completo, tenemos protagonista y los demás castings están en marcha, nos rodeamos de gente dispuesta a apostar por una idea, sin animo de lucro, sin más pretensión que participar en algo que cada vez nos parece más auténtico... tenemos plan B e incluso plan C, por si en algún momento necesitamos aún más ayuda de la que preveemos...
¿¡Qué más se puede pedir?!
Es un placer volver al blog y escribir que en un mes estaremos rodando, sobre todo para contagíar y animar a toda persona con una visión, un meme que se la ha metido en la cabeza, y con una posibilidad de coger las riendas, armarse de ganas y seguir adelante, por muy cuesta arriba que se antoje el camino. Toda inversión, por muy costosa que sea (nunca tanto de dinero como de esfuerzo) merecerá mucho la pena. Algún día futuro, todos los que nos atrevimos, añoraremos el tiempo en el que la cultura se enriqueció y se trasmitió gracias a nuestro humilde aporte. Ese día, seguramente sorprendidos, podremos decir:
